jueves, 16 de septiembre de 2010

La Decima Musa en los queaseres coquinarios



Mucho y ala vez nada es lo que se sabe de tan conspicua señora geronima que siendo muy joven decidio inclinarse a la vida religiosa mas que por un llamado mistico o vocacion decidio tomar  como  esposo mistico aquel al que los angeles sirven , pues sabia que solo desposandose con Cristo y salvaguardada por la clausura monacal su muy amado mundo de letras podria  tener el espacio propicio para que se materialisaran atrabes de las elocuentes y caprichosas formas que impregnadas de la esencia e intensa pasion de esta musa virreinal se desbordaron en profusos versos que materialisarian el barroquismo de su epoca en una forma inigualablemente  sublime con esos juegos linguisticos, formas retoricas tan elebadas  y metaforas que casi se pueden saborear, sentir como si degustaramos uno de esos manjares azucarados hechos en el recogimiento de la clausura de los conventos femeninos.

En gran medidad aparte de su grandilocuente ingenio que le permitio escribir a Sor Juana fue el convento en el cual se recluyo, el convento de San Gerónimo  que pudo dedicarse con gran fervor al oficio de la pluma, ya que las reglas bajo las cuales se rejia este convento eran menos estrictas que las de su primera residencia monjil, pues este al ser un espacio monacal de monjas calsadas, ( las cuales se permitían ciertas comodidades en su forma de vida como el hecho de  que cada monja podía poseer una criada que le serviria expresamente a ella, ademas de una celda que solo ella habitaria provista de una pequeña cocina particular, tampoco estarian obligadas a comer en comunidad ). En esta congregacion de vida´particular o calzada como ya señale Juana encontro el lugar propicio para que sus versoso tomaran formas diversas, y volaran al exterior rebasando las puertas de  su celda conventual, pues en el locutorio,(parte de los conventos donde se recibian las visitas.), del convento de San Geronimo era muy famoso por la gente que lo frecuentaba en este, se reuniria la cupula intelectual del virreinato, personajes de la talla de Don Carlos de Siguenza y Gongora,  hasta la virreina marquesa de la laguna, en si las mentes mas eruditas del virreinato  se darian cita en tal lugar para conversar con la decima musa, cuyos encuentros se berian aderaezados de exquisitas golosina, como buñuelos, bienmesabes, huevos reales, alfajores, gigotes, manchamanteles entre otros que irian acompañados de una espumosa y humenate tasa de chocolate.  

Un vestido para Dios II

De Doctores, Borlas y Mucetas


Retrato de don don José Patricio Fernández de Uribe, rector de la Real
Universidad Pontificia de México. Porta sobrepelliz ,sotana , capa negra
y  Solideo del Mismo color, bease Que en la mesa se encuentran Su
muceta negra con  los colores blanco y azul, El Primero corresponde a la
Dignidad  del   doctorado en Teología  y el segundo a la del doctorado en
filosofia.

Si bien los primeros barones guiados por su voto de obediencia descenderían a tierras americanas como lo que comprendió el territorio virreinal principiando con su labor consistente en acabar con el paganismo prehispánico, los hermanos que, serian sus sucesores verían consolidarse una nueva sociedad, emergente a través, no solo de la religiosidad sino también de la sapiencia obtenida en centros de instrucción tan eruditos como la Real y Pontificia Universidad que desembocaría en títulos otorgados por tan honorable institución siendo el más importante  el de doctorado que barios prelados  sin importar la orden religiosa portaron.

El traje de los doctores era talar, con muceta y bonete con borla del color asignado a la facultad: verde para cánones, azul para filosofía, rojo para jurisprudencia, amarillas para medicina y blancas para teología. La muceta era una esclavina  que cubría el pecho y la espalda, de  seda o piel, que por ser señal de dignidad llevaba botones delanteros.

También se usaba el balandrán, vestidura sin esclavina sin  mangas. Algunos clérigos como los canónigos llevaban prendidos de las mangas unos lienzos que casi arrastraban, a manera de mangas perdidas.



Retrato de don Juan Ignacio María de Castorena Ursúa
y Goyeneche fue rector de la Universidad, A qui
Sí se le bestido de Canónigo (Sotana negra, y Sobre
pelliz  blanco), se puede ber en Lamesa Una mitra
simbolo de Su dignidad   eclesiástica al igual que libros.


.


La borla era insignia de los graduados de doctores y maestros en las universidades. Consistía en una especie de  botón que se encontraba al centro del bonete, y cuyos hilos se esparcían alrededor, cayendo por los bordes. 

EL gremio que intervenía directamente en la vestimenta doctoral fue el de los boneteros cuyas ordenanzas se da en 1575, al igual que para gorreros. Los bonetes, que es un tipo de sombrero forrado de terciopelo  con cuatro picos, eran para uso de los eclesiásticos; los había romanos, salmantinos, castellanos de clérigo y de galera, pues también los usaban colegiales y graduados.
 


jueves, 9 de septiembre de 2010

Un Vestido para Dios

Retrato de Fray  Pedro de Gante bease
que su habito es de color azul añil, tinte
de origen prehispanico que los francis-
canos adoptaron. 
Para la insipiente sociedad colonial, la vestimenta represento una nueva manera de concebirse, puesto que la ciudadanía que una vez se forjo bajo el dominio azteca quedo totalmente sometida a normas y costumbres de otra nación como la religión ya que al implantarse la religión católica como la única, cambio su cosmovisión, se dejaron atrás los ídolos de piedra para dar paso a la adoración de un solo Dios y a la veneración de diferentes santos pero este cambio religioso no pudo haberse dado gracias a la labor misionera de los frailes que se encargaron de hacer conversos a los indígenas del país. 

Vestimenta de las ordenes y congregaciones Religiosas ( Tipo y forma de los sayales )

Las primeras órdenes en establecerse en el territorio novohispano fueron las mendicantes (llamadas así porque se sostendrían solo de limosnas como los mendigos), compuestas por los Franciscanos, los dominicos y los agustinos, posteriormente irían llegando más órdenes religiosas al país conquistado no solo masculinas sino también femeninas.




Fray Garcia Guerra  ostento las dos di-
nidades mas importantes de la Nueva
España, ya que fue virrey y arzobispo
de la misma. Porta el habito de su or-
den (orden dominica), de su cuelo ba-
ja una cruz pectoral y sobre la mesa
reposa una mitra ricamente ornamenta
da.

Al establecerse un gran número de diferentes órdenes religiosas en la Nueva España, regidas bajo sus propias normas y constituciones estas también establecerían en la mayoría, las instrucciones para cómo vestirse, de que tela y forma debería ser el hábito que portarían a diario. Puesto que al ser tantos los consagrados novohispanos se identificarían en la ciudad por sus atuendos. Aunque las monjas debido al cuarto voto de perpetua clausura que profesaban nunca salían del convento sus hábitos diferían unos de otros de acuerdo a la orden religiosa perteneciente.




Fray Juan de Zumarraga  biste sayal y man-
teo con capucha de color odscuro propiode
su orden (orden franciscana) , lleva cruz pec
toral muy sencilla, calsa  sandalias.En la me-
sa  al lado sullo podemos ber la mitra simbo
lo de su arzobispado. 

En cuanto a la indumentaria de los frailes, sus hábitos tenían características propias de cada orden religiosa. Por ejemplo los Franciscanos llegados en 1524 que aunque su regla los obligaba a usar un color pardo oscuro, dejaron que se los tiñeran de color azul añil, color azul que tenía connotaciones religiosas para los aztecas pues la temprana llegada de estos, los obligo a modificar el color de sus hábitos. El historiador Lucas Alamán dice que esta orden, para remendar sus ropas, hacían que las indígenas, hábiles tejedoras, destejieran los hábitos y los volvieran a tejer.






Fraile Agustino que tambien ostento el titulo de
virrey de la Nueva  España a la ves que el  de Ar
zobispo de tal colonia. Biste el habito de su or-
den y lleva tambien cruz pectoral.





Al correr del tiempo llegaron nuevas órdenes religiosas a la Nueva España: En 1526 arribaron los Dominicos: vestían túnica y escapulario blancos; manteo negro con capucha, en 1533 los Agustinos: Habito con capucha y manteo negro, Franciscanos: Sayal color azul añil ceñido con cordón y manteo con capucha del mismo color, los Jesuitas: vestidos con sotana y manteo negro, los Juaninos: vestidos igual que los Jesuitas, solo que con mangas más amplias , los Mercedarios: con habito blanco, el escudo de la orden sobre el escapulario en rojo, los Camilos: vestían los hábitos clericales comunes, sotana y manteo, y en el lado izquierdo del uno y de la otra llevaban una cruz de paño rojo, en recuerdo de aquella con la que la madre de San Camilo le había soñado, los Carmelitas: habito y escapulario de color café pardo, con capucha y cordón blanco en la cintura.

  

En 1592 se dio la real ordenanza de sayales y sayaleros. Estos estaban obligados a tejerlos expresamente para cada orden religiosa de acuerdo a indicaciones muy específicas en cuanto a número de hilos color y calidad.

Así es como los indumentos del diario de las diferentes órdenes religiosas iban desde sayos pardos de lana para los Carmelitas, hasta los hábitos negros con sombrero de teja usados por los Juaninos.


El  Benerable Cabildo Metropolitano


 

Retrato de Don Luis Antonio de Torres y Quintero
canonigo del benerable cabildo metropolitano de la
Santa Iglesia Catedral. A tan  ilustre personaje de fa-
milia acaudalada se le debe la creacion del anexo de
 la Catedral mandado a aser por este, para albergar
hay la biblioteca llamada Turriana por el. Viste sota-
na negra con capa del mismo color y sobre pelliz
acompleta su vestimenta eclesiatica un bonete
negro ( especie de sombrero de cuatro picos
forrado en este caso de terciopelo negro.)
 
Los  miembros del venerable cabildo metropolitano, osea los señores canónigos tenían un papel predeterminante  en  el  periodo virreinal  pues por citar un ejemplo quien aspiraba a fundar un gremio tenia  que presentar un examen muy riguroso ante este cuerpo cuerpo colegiado donde se comprobara que tenia una ascendencia libre de sangre judía y musulmana. Los canónigos eran clérigos con una reputación intachable que como ya vimos su papel no se limitaria al acto litúrgico ellos vestirian con sotana negra y muceta del mismo color sobre- pellis blanco cuando así lo requirieran y ostentarían unas mangas de las cuales colgarían una especie de lienzos blancos que los diferenciaría de los demás consagrados también llegaron a usar encaje de bolillo en las mangas.

De el pecho de los canónigos colgaría un tipo de medalla con el escudo catedralicio (la virgen María siendo asunta a los cielos con las llaves de Pedro, mientras dos seres alados la coronan con la triple tiara papal.).



 
Don Jose Eguiara y Eguren  biste sotana negra, capa
del mismo color y sobrepelliz blanco, Canonigo Chantre
de la Santa Iglesia Catedral. Rector de la Real y Pontificia
Universidad de  Mexico.

Sus  Ilustrísimas los señores Obispos y Arzobispos de la Nueva España

 
Ilustrisimo S. D. Juan Ignacio Maria de Castoreña y
Ursua y Goyeneche. Colegial de San Ildefonso, semi
narista de la Compañia de Jesus, teologo, rector de
la real  Universidad, visitador y catedratico. Vemos
que su indumentaria es fina, elaborada con telas
nobles: alba y sotana de lino, capa de terciopelo y
habito pardo de lana.
    


Los primeros arzobispos de la Nueva  España en un principio usarían como ropa común "de diario" los sayales propios de cada orden o Congregación   religiosa a la que pertenecieren, llevando siempre colgando del pecho su cruz pectoral símbolo de su potestad eclesiástica  que para finales del S.XVII y en todo el XVIII el lujo de tales accesorios se evidenciaria con mayor fuerza pues serian de oro guarnecidas con piedras preciosas como las esmeraldas. 

Al devenir del tiempo estos prelados culla dignidad eclesiástica seria  la de mayor rango en la Nueva España empezarían  a  portar la vestimenta diferenciadora de los arzobispos  la cual  se compondria de sotana convencional, muceta ( capilla corta que se sierra por delante con botones) y solideo ( Gorro de tela en forma de casquillo que usan los obispos, y cubre la coronilla), todos estas prendas que compondrian la vestimenta arzobispal  serian del color propio de  los obispos  el  morado, o también  portarían la sotana negra con vivos y botones morados.  

Arzobispo Aguiar y seijas cabe mencionar que las
condiciones en las cuales se encuentra este lienzo
no son muy buenas pero se be al prelado con capa
y sotana negras ambas y cruz pectoral

Para salir a la calle usrian un sombrero grande de  una ala ancha rectangular llamado de teja que estaria forrado por dentro con seda verde y del cual caerian siertas bolas de seda del mismo color.

 La tela para la  elaboracion de tales prendas serian de lo mas fino y opulente, se usarian sedas, rasos, lana, lino y terciopelo.